En el primer encuentro internacional en la Plaza de San Pedro inspirado en la encíclica Fratelli Tutti del Papa Francisco, más de treinta premios Nobel leyeron una declaración en la que piden un mundo más justo y fraterno, invitando a todos los hombres de buena voluntad a firmarla. Cardenal Parolin: “nos queda camino por recorrer. Oraciones y cariño desde toda la plaza para el Papa Francisco.”
La fraternidad es un abrazo. El de los jóvenes que, cada uno con una camiseta con la bandera de cada país del mundo, al son de “We are the world”, se unieron en el parvis de la basílica vaticana, en el que quizás sea el momento más simbólico del primer encuentro mundial de la fraternidad humana, que se ha celebrado en la tarde del sábado 11 de junio en la plaza de San Pedro. Un evento organizado por la Fundación Fratelli Tutti e inspirado en la encíclica 2020 del Papa Francisco y en su compromiso por la paz entre todas las personas de todos los credos y porque ningún hombre está solo. “Not alone”, como reza el lema de hoy.
Eugenio Zucal referente en Londres de Renova Más Internacional se dio a la cita y compartió con los nobeles de la Paz un momento historico que será recordado como el primer gran paso hacia la paz mundial. Así quedó manifestado: “¡No más guerra! Son la paz, la justicia y la igualdad las que guían el destino de toda la humanidad. ¡No más miedo, violencia sexual y doméstica! No más conflictos armados. No más armas nucleares ni minas antipersonal. No más migraciones forzadas, limpieza étnica, dictaduras, corrupción y esclavitud. Detengamos el uso manipulador de la tecnología y la inteligencia artificial, antepongamos y fecundemos el desarrollo tecnológico con la fraternidad”. Así lo gritaron al mundo Nadia Murad, activista por los derechos humanos en Iraq y Premio Nobel de la Paz 2018, y el economista bengalí Muhammed Yunus, promotor del microcrédito y Premio Nobel de la Paz en 2006, en nombre de los más de treinta galardonados que acudieron a Roma para el acto, en una declaración pronunciada en la plaza y firmada por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin.